LA ESTATUA DE ORO
El
coautor de la serie de libros "Sopa de Pollo para el Alma", Jack
Canfield, relató cómo en Tailandia, fue descubierta una gigantesca estatua de
Buda de 2.5 toneladas de peso. Esta era de oro macizo con un valor aproximado
en 196 millones de dólares.
La
historia relata que temiendo una invasión de un ejército enemigo, los monjes
quienes eran dueños de la gigantesca estatua, la camuflaron cubriéndola de barro en los previos días a la
temida invasión.
Aquella
mole lucía como una enorme artesanía.
Aparentemente
esos monjes fueron asesinados, pero la estatua camuflada no despertó ninguna
sospecha en el ejército invasor y la estatua fue dejada intacta.
Muchos
años más tarde, al tratar de removerla por el traslado del monasterio donde la
estatua estaba radicada, ya que el gobierno Tailandés, decidió construir una
autopista que debía cruzar por el
viejo monasterio, los nuevos monjes
tenían que trasladar
la estatua a otro
lugar.
La grúa que trataba de levantar la pesada
estructura, la resquebrajó y en ese preciso momento un intenso aguacero con
torrenciales lluvias, detuvieron el levantamiento y el traslado de la
gigantesca estatua.
En
la noche, el nuevo líder de los monjes, inspeccionó preocupado la fisura con
una linterna, sorprendiéndose al ver que los destellos de una luz amarilla se
devolvían de su interior despertando aún más su curiosidad.
De
manera que trajo herramientas para un mejor análisis y al remover la capa de
barro descubrió en su interior la preciosa joya de oro macizo.
Es interesante ver como las
apariencias nos engañan.
(véase Jack Canfield y Mark Víctor Hansen, El Buda
de Oro, Sopa de Pollo Para El Alma,
Health Comunications,Deerfield Beach, Florida, 1995, Pág 69.
Health Comunications,Deerfield Beach, Florida, 1995, Pág 69.
Estas analogías con sus
miopías me dan a entender que:
Son
demasiados aquellos seres humanos que se desprecian a sí mismos o a sus
congéneres, como lo he tratado de decir de una manera clara o tácita. Sin dudas tales personas tienen inmensas riquezas
en facultades y talentos pero que aún no los tienen desarrollados o
porque aún ellos mismos fallan en verlos puesto que no se ven a primera
vista.
Qué
gran tragedia es no poder evaluarnos apropiadamente porque nos vemos con una visión
parcial y limitada, tal como los personajes de todos estos, relatos ocasionando
a veces grandes pérdidas, despilfarros y
fracasos.
Como decía Cesar Augusto Fernández:
Muchos
hombres llegan a los umbrales de la tumba, sin haber conocido el bello
resplandor del despertar.
Y yo diría también que sin conocer el despeje
de la grandeza y divinidad que llevan en su interior.
Me
apoyo entonces en lo dicho por el Dr. Oliver Wendell Holmes, al decir:
"No
es tanto el desperdicio de recursos materiales lo que es lamentable y trágico
en el mundo,
sino el gran desperdicio de recursos humanos"
sino el gran desperdicio de recursos humanos"
En el libro ACRES DE DIAMANTES II, encontrarán grandes lecciones para concientizarnos del enorme potencial que tenemos y de nuestra gran responsabilidad de despejarlo, si es que deseamos tener una vida más feliz.
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